Hagamos un pacto:
Tú tenme paciencia,
que yo tendré valor,
y entonaremos un canto
como nunca se ha oído.
Tú pones la fortaleza,
yo la debilidad.
Y envueltos en tu abrazo,
nos lanzaremos
a buscar la justicia.
Tú pones el horizonte,
yo la pasión.
Y hombro con hombro,
hacia ese destino
orientaremos la vida.
Hagamos un pacto:
Tú pones la Verdad,
yo la inquietud.
Tu verdad
y mi inquietud
se enlazarán
en la búsqueda más eterna.
Tú pones la Palabra,
y yo el balbuceo.
Y entre escuchas,
eco y silencios
daremos voz al misterio.
Tú pones la ternura,
yo, cinco panes
y dos peces.
Se saciará el hambre de tantos,
y aún sobrarán doce cestos.
Tú pones la misericordia,
yo algunos aciertos,
y bastantes tropiezos.
Y en la escuela del perdón
brotará la sabiduría.
Hagamos un pacto:
tú quédate a mi lado,
y yo bailaré contigo.