Tú me salvas

No te cansas de mí,

aunque a ratos

ni yo mismo me soporto.

No te rindes,

aunque tanto

me alejo, te ignoro, me pierdo.

No desistes,

que yo soy necio,

pero tú eres tenaz.

No te desentiendes de mí,

porque tu amor

puede más que los motivos

 

Tenme paciencia,

tú que no desesperas,

que al creer en mí

me abres los ojos

 y las alas…

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