En ¿Un futuro sin Cristo? Voces de una generación cada autor reflexiona acerca de la situación del cristianismo en la actualidad. Tomás ha dejado a cada uno expresarse con voz propia. Por eso, y porque posibilita que el mundo universitario alce la voz ante una cuestión inquietante, es una obra excepcional. ¿Dónde queda la experiencia cristiana en un mundo que parece haber querido desprenderse de ella?
La excepcionalidad del libro también radica en volver a poder mirar las huellas de Dios en una sociedad aparentemente incapaz de Él. Para los autores, meditar sobre Cristo es una necesidad que se puede colmar desde el patio de un hogar, desde las raíces, desde el amor o desde el habitar en sí mismo… Todos los escritos están impregnados de la misma idea: sin Dios no es posible el perdón; tampoco la contienda contra la indiferencia o el relativismo moral y epistémico; ni la paz; ni el verdadero sentido de la universidad. Tampoco es posible hablar de persona sin Dios o de Occidente omitiendo al cristianismo.
Para los autores es claro que no se puede vivir un futuro sin Cristo. Intentarlo desemboca en la total pérdida de sentido. La originalidad y la diversidad de perspectivas hacen que este libro sea una defensa del cristianismo teñida de riqueza y multiplicidad.
«Cristo llorando con su mundo herido; esto le provoca mirarlo. Se conmueve hasta las lágrimas ante un mundo que puede ignorarlo y rechazarlo, pero al que nada le impide seguir amando perdidamente. Toda vida quebrantada es también la suya. Desarmado no se defiende, solo se entrega. Está allí, en aquella cola de los que cargan sus pecados y los de otros, y ahí nos encuentra a cada uno para continuar desatascando nuestras fuentes».
(Mariola López Villanueva, RSCJ, Meditación final)