Hay que leerlo porque todos, en mayor o menor medida, hemos convivido con el caos y, muchas veces, no se ve la salida. Etty, con una sencillez pasmosa, nos lleva a Dios, a la fuerza interior a pesar del dolor, a descubrir en todo la belleza de la vida y al amor que todo lo puede.
«Dios es el primero y el último, el único que puede abarcarlo todo, en quien se encuentra unido el pasado, presente y futuro: “A veces querría escribir sabias enseñanzas e historias apasionantes, pero una y otra vez acabo volviendo a la misma palabra: Dios. Y eso lo abarca todo y hace que lo demás sea innecesario. Y toda mi fuerza creativa se manifiesta en diálogos interiores contigo, aquí en el campo las olas de mi corazón se han vuelto profundas, más activas y a la vez más serenas y es como si mi riqueza interior creciese sin cesar».
«Dios es aquel de quien ha recibido tanto y que por ello le hace vivir en un clima de gratitud inextinguible. Todo lo ha recibido de él. Todo lo bueno, la vida, la creación, sus talentos y capacidades humanas, su familia y las amistades, el amor recibido a través de las meditaciones que le han permitido llegar a entrar en contacto con Él. Todo lo ha recibido de su mano.…»