…se lleva la mejor parte». Eso es lo que reza el dicho. Y lo hemos tomado a pies juntillas porque muchos, aunque tratamos de compartir nuestros bienes, nos aseguramos antes de que no quedemos mal despachados.
Todo esto viene al hilo de unas declaraciones que ha hecho Rafa Castaño, el flamante ganador de Pasapalabra. De los 2.272.000 euros, Hacienda se lleva un buen pellizco, dicen que, más o menos, un 50%.
Pero, ante esta realidad, las declaraciones de Rafa han sido: «Sé que con ese dinero voy a contribuir a muchas cosas buenas para muchísimas personas». Esto es lo que hace ganadora a una persona. Y es que, quien ha entendido que la vida no es cuestión de ir por tu lado no vaya a ser que te pisen, ya ha aprendido y comprendido todas las palabras que caben en un rosco como el de Pasapalabra y que podrían significar amor. De todas ellas, la que sale nada más empezar, con la «a»: ágape, que es ese amor profundo y generoso, ese que lleva a la entrega absoluta.
Esto del amor es y será siempre un misterio que escapa a nuestros cálculos matemáticos y vitales. Es poderoso e impredecible, por eso nos asusta. Nos entra el miedo a que nos quiten lo que es nuestro; a que nos arrebaten el puesto por el que tanto hemos luchado, los amigos por quienes nos hemos dejado el pellejo, la pareja por la que nos desvivimos… Todo ese miedo es natural, pero también debe ser un aprendizaje entender que nada es más nuestro que la libertad con la que somos capaces de vivir en un completo desasimiento por la felicidad del otro, por mucho que duela. Pero para llegar a esos niveles de generosidad hace falta mucho valor.
Las palabras de Rafa nos recuerdan que ganar es mucho más bonito si ganamos todos. Que no es cuestión de que uno salga adelante si deja atrás a otros muchos. Eso lo creímos en la pandemia, y lo hemos creído muchas veces en que hemos salido a la calle a defender la vida, la justicia o la solidaridad verdaderas. Y en eso también debemos creer los que nos llamamos cristianos: que en esto de salvarse, o nos salvamos todos o no hay salvación.