- Por las interpretaciones. Faltan adjetivos para definir lo que consiguen Anthony Hopkins y Olivia Colman en un duelo que te hace sentir, con ellos, vulnerabilidad, dolor, agotamiento, desesperación, ternura… Ambos están magistrales.
- Por el guion. Es un verdadero acierto contar el alzhéimer desde la perspectiva del enfermo. Entrar en su mundo. Percibir su confusión ante una realidad incongruente. Sentir la impotencia de ver cómo se desmorona tu mundo. Pero además, apuntar también en otras direcciones (las relaciones padres-hijos, la dependencia, el dilema del cuidado…).
- Por la banda sonora, de Ludovico Einaudi, que acompaña muy sutilmente y brilla en los momentos en que se le quiere dar realce.
- Por la agilidad con que se consigue convertir una obra de teatro –ese es el origen del guion– en una película, sin perder la baza de los interiores y al tiempo consiguiendo que nunca parezca estático.
Sinopsis
Anthony no acepta a ninguna de las mujeres que su hija Anne quiere contratar para que le cuiden en la vejez. No entiende el motivo de tener que ser cuidado. No entiende por qué le tratan a veces como si fuera un niño. No entiende por qué, en ocasiones, la realidad parece absurda. Anne sufre al ir perdiendo a su padre, cada vez más aislado en un laberinto interior.
¿Por qué ver "The Father"?
Para pensar
- Esta es una película que invita a pensar en la enfermedad. En concreto, en el alzhéimer. En lo poco que sabemos de ello. En lo poco que comprendemos y en lo difícil que es imaginar el infierno por el que atraviesan las personas que lo padecen. Toda paciencia parece poca cuando lo ves así. Pero, al mismo tiempo, se comprende la desesperación y hasta la deserción de Anne. ¿Qué hacer ante esa fragilidad?
- El guion es magistral porque al final uno mismo no termina de saber cuál es exactamente la realidad y qué es lo que ocurre en la mente de Anthony. ¿Qué le ha pasado en verdad y qué en su imaginación? ¿Qué personajes son reales y cuáles son resultado de sus memorias distorsionadas?
- Anne es un personaje conmovedor, que se encuentra en una encrucijada existencial terrible. ¿Qué hacer? ¿Hasta dónde se puede cuidar a una persona sin agotarse emocionalmente? ¿Debes seguir con tu vida? ¿Qué impresión te deja su decisión?
- El marido (¿real? ¿imaginario?) de Anne representa la impaciencia, la incapacidad de comprender la enfermedad y de ponerse en el lugar del otro. ¿En qué otras situaciones nos puede ocurrir algo semejante?
- No se puede evitar pensar, al ver la película, en la tentación contemporánea de eliminar el sufrimiento por vía de acabar con todo. Este –el alzhéimer tal y como está contado en la película– sería un supuesto perfectamente aplicable en la consideración y la ley actual de la eutanasia, tal y como se está planteando. Y, sin embargo, ¿es esa la solución?