- Porque está llena de matices, de enseñanzas y empatía, pero a la vez es sencilla, sin artificios. Es como la vida real con ese punto de esperanza de las películas de Hollywood. Es tierna y te permite ir observando a lo largo del metraje cómo Will Hunting cambia, evoluciona y madura.
- Porque es ganadora de dos Oscars bien merecidos: al mejor guión original y al mejor actor secundario (Robin Williams). La interpretación de Williams, brillante, hace que empatices con su personaje y con el de Matt Damon a veces tan difícil.
- Por el guión de Matt Damon y Ben Affleck. Amigos en la gran pantalla y fuera de ella, esa relación hace que creas la interpretación de los personajes porque se percibe esa amistad. Según cuentan, Damon y Affleck se conocieron con 10 y 8 años de edad respectivamente. Desde entonces, hasta hoy.
