- Porque se trata de un documental que exige una respuesta interior del espectador. Te hace pensar, te invita a posicionarte, a reaccionar. Puedes estar de acuerdo, o no, o en parte… pero lo que no puedes es no pensar en lo que estás oyendo.
- Porque el guion está muy bien construido, enlazando testimonios y una historia de ficción que, sin excesivos protagonismos, permite visualizar lo que estás oyendo.
- Por una factura técnica impecable en la que entrevistas, escenas de archivo, sonido, montaje, permite no distraerse ni un instante, pese a su duración, larga para este tipo de propuesta.
- Porque te reconoces en muchos momentos en lo que estás viendo.
Sinopsis
Estamos ante un documental que busca provocar una reacción, sin duda. Algunas de las voces más críticas con las redes sociales, hombres y mujeres que han participado en su gestación, reflexionan en voz alta sobre hacia dónde nos están llevando. La idea de unas estructuras que terminan anulando en lugar de potenciar al ser humano, y generando dinámicas sociales que pueden terminar haciendo inviable la convivencia está expresada en esta reflexión –intercalada con una historia de ficción que ejemplifica lo que se va diciendo–.
¿Por qué ver "El dilema de las redes"?
Para pensar
Hay tantos puntos interesantes en el reportaje que necesariamente tenemos que seleccionar algunos. Pero merece la pena verlo y trabajarlo.
- La idea que atraviesa el documental es que las redes sociales son una máquina que funciona para vender. Los clientes son los anunciantes. Nosotros somos el producto. Nuestro tiempo pasado en pantalla, la información sobre nuestros gustos, nuestra atención cautiva, eso es lo que se vende. Y para eso, el único requisito es engancharnos cada vez más. ¿Qué te parece esa idea?
- Las redes no se preocupan por la verdad, sino por el interés. Dado que la verdad es aburrida, y en cambio lo extremo, excesivo, y emocional es mucho más atractivo, las redes han potenciado un mundo de contenidos que sepultan la verdad. Pero eso el usuario no es capaz de distinguirlo. ¿Qué es hoy verdad y qué es mentira?
- Las redes van generando adicción, polarización, radicalización, ira, vanidad, todo (y ahí estamos). Son un peligro para la democracia, pues terminan impidiendo la convivencia. En la última década -y en buena medida por culpa de las dinámicas generadas en las redes- hemos asistido a la emergencia de populismos, intolerancia, crispación y violencia impensable hace tan solo quince años. ¿Qué te parece esa afirmación?
- Algunas afirmaciones que se hacen en el reportaje e invitan a pensar. ¿Qué te parecen?
- Hemos pasado de la era de la información a la era de la desinformación
- Solo hay dos industrias que llaman a sus clientes usuarios: la de las drogas ilegales, y la del software
- Estamos entrenando y acondicionando una generación entera de niños/jóvenes que, cuando se sienten incómodos, solos, inseguros o asustados tienen un chupete digital que atrofia la capacidad para lidiar con eso.
- Si no podemos ponernos de acuerdo en cual es la verdad, o al menos en lo que es cierto, no podemos salir de ningún problema
- En cierto momento, uno de los que participó en el diseño de Google, dice: «Somos más rentables para una empresa si pasamos más tiempo mirando una pantalla, que si aprovechamos ese tiempo viviendo esa vida de una manera más rica. Y vemos los resultados. Empresas que usan inteligencias artificiales enganchándonos para que veamos lo que ellos quieren en lugar de ver lo que encaja con nuestras metas, valores y vidas». ¿Qué sería vivir de una manera más rica?
- Se insiste mucho en el reportaje en el efecto de las redes en las generaciones ya nacidas con la tecnología. ¿Hasta qué punto piensas que puede ser distinto o similar en generaciones que llegaron a las redes ya pasada la adolescencia? ¿Crees que están más protegidos, o no?
- Hay que cambiar de rumbo. Los que hablan apuntan a un necesario cambio de orientación de estas empresas. Pero también aconsejan opciones individuales. Una de ellas, muy tajante, es abandonar las redes, y cortar todo aquello que te envía avisos y quiere captar tu atención. ¿Supondría esto algún cambio o solo dejaría las redes en manos de una mayoría sin capacidad crítica? ¿Cabe una manera crítica de estar en redes?
- Parecería más que necesario ponerse algún tipo de límites y auto-control. ¿Se te ocurre por dónde debería ir?