Me asusta perder lo que quiero, asusta el futuro, asusta una posible relación, asustan los exámenes, asusta la soledad y la enfermedad, asusta quedarse a medias….Mis miedos pueden paralizarme, a veces hacen que diga cosas o que calle. Limitan mis deseos y mis sueños. Me empujan a optar por lo seguro, por esas opciones que minimizan el riesgo, que dejan de lado cualquier malestar, opciones en las que no me reconozco. Desde mis miedos la táctica es no perder, pero intuyo Señor que el encuentro contigo invita al riesgo que da la vida, a no guardar esos talentos que me has dado.