Hay que cargar la agenda de buenos propósitos. Tal vez uno no los cumplirá todos, pero hay que ser ambicioso, al comenzar etapas. De otro modo se me va la vida en inercias, en historias imprevistas… necesito metas, objetivos, un horizonte hacia el que encaminar mis pasos. Al comenzar el curso, con tanto por delante, es esta una buena ocasión para pensarlo, para pedirte luz, para ofrecerte lo que puede haber de esfuerzo y de lucha, y para poner mi camino en tus manos.