Todos tenemos límites, barreras que matizan nuestros sueños e ilusiones. Y es importante aceptar que existen dichos límites. Aprender a reconocerlos, respetarlos, aceptando lo que no podemos cambiar y superando aquello que nos invita a ser más creativos, audaces y valientes. Desde la confianza profunda en Dios que tira de cada uno de nosotros…