La tierra buena

Una buena imagen, esa de la tierra que cada uno somos. Una imagen que vale mucho en este tiempo de juventud, cuando hay tanto por vivir, tantas posibilidades y tantas semillas queriendo arraigar en mi tierra… Hoy me pongo a la escucha. Y convierto la escucha en oración. “Señor, que sea tierra buena, abierta, dispuesta para acoger tu evangelio en la vida”.