Hay quien piensa que vivir es cuidarse, encerrarse, como en una urna, conservarse, como el vino en una barrica, sin moverse, sin derramarse… Y quien, en el extremo opuesto, piensa que vivir es hacerlo todo, tenerlo todo, probarlo todo, pero los dos se equivocan. Tú nos enseñas que vivir es dar la vida. La que tenemos.