Muchas veces vivimos pensando que ciertas dimensiones de nuestra vida no las vivimos de la forma que nos gustaría. Pero en lugar de buscar, de intentar transformarlas y mejorarlas, intentando cambiarlas para poder vivir una vida que se acerca más a lo que realmente deseamos, nos conformamos con la situación que tenemos. Ojalá fuésemos capaces de perseguir nuestros sueños, intentando vivir una vida en la que día a día trabajásemos para crecer como personas, tratando de hacer de este mundo un lugar un poco más parecido a como realmente lo soñamos.
En este discurso de Denzel Washington en el comienzo del curso de la Universidad de Dillard, el actor da una poderosa muestra de las convicciones que le guían, y mucho de lo que dice nos puede servir a cualquiera para reflexionar sobre la vida que vivimos:
«Estaba fracasando en la universidad. En cierto momento mi promedio bajó a 1,7. Espero que no os ocurra a ninguno. Un día estaba sentado en el salón de belleza de mi madre, miro tras mí y una mujer desde el secador no dejaba de mirarme. Hasta que me dijo una profecía: ‘Chaval, tú vas a viajar por el mundo y vas a hablar ante millones de personas’. Yo, que estaba pensando en dejar la universidad y alistarme en el ejército, y esta mujer me dice todo eso.
»Lo he hecho. He viajado por el mundo. Y he hablado a millones de personas. Pero eso no es lo más importante que he hecho. Lo más importante que he aprendido lo aprendí de ella aquel día: he sido protegido, dirigido, corregido. Falla a lo grande. Sin duda. Solo vives una vez. Haz algo que te apasione. Aprovecha las oportunidades profesionales. No tengas miedo de fracasar. Un viejo test tenía nueve puntos, y tenías que dibujar una única línea que pasara por todos los puntos sin pasar por el mismo dos veces. Para llegar a ello solo podías hacerlo yendo más allá de los límites del dibujo (la caja). Así que no tengáis miedo de salir de los límites, de pensar a lo grande, de caer a lo grande, de soñar a lo grande. Pero recordad, los sueños sin un propósito son solo sueños y sólo producen insatisfacción. Así que tened propósitos, fines, en vuestra vida, cada año, cada mes, cada día. Yo intento tener un propósito cada día. Y para conseguir lo que te propones necesitas disciplina y constancia. Tienes que trabajar cada día, y planificar. Habréis oído a gente que dice, no pienso planificar… Pero el trabajo duro funciona. Trabajar duro es lo que hace la gente que triunfa. Y en este mundo de test, tuits… el que habéis crecido, el que hagas muchas más cosas no significa que consigas mucho más. No confundáis movimiento con progreso. Mi madre decía ‘Porque estés todo el día en marcha no significa que estés yendo a alguna parte’. Así que seguid esforzándoos, teniendo metas y progresando.
»Y todo lo que queráis, bueno, lo podéis tener. Reclamadlo, trabajad duro para tenerlo, y cuando lo alcancéis volveros, tirad de alguien más. Cada uno tira de uno. No aspiréis tan solo a tener una vida. Aspirad a marcar una diferencia».