Porque no nos valen las verdades que nos vende el mundo. Entre miles de imágenes, noticias y voces necesitamos encontrar qué hay detrás. A veces tocará avanzar entre tinieblas. Firmes, contra viento y marea. Desafiantes. Con el sueño de alcanzar una libertad que nos permita mirar más allá, donde todo cobra sentido y poder describir así que no estamos solos.

LA M.O.D.A. (Salvavida [de las balas perdidas])

Vuelven a sonar las voces de la gente…
A sonar las voces de la gente…
Las voces de la gente…
De la gente…
La gente…
La gente…
Mira hacia delante,
dime como es al reconocer la libertad.

Nos enseñan que la paz es elegante,
pero aprendemos que la violencia es convincente
y la miseria devoradora.
Que hay billetes que pueden hacer que un arma dispare sola.
Que la pobreza también es intelectual.
El hambre es cruel y la maldad se cronifica.
Vuelves a escuchar las voces de la gente…

Mira hacia delante, dime qué se siente.
Vuelven a sonar los gritos de la gente.
Dime qué hay detrás, dime cómo es al reconocer la libertad.

Aprendemos que nos censuran a través de la palabra.
La tuya, la suya, la mía…
Haciendo de la guerra un rito y del dolor una mentira.

TÍRAME EL SALVAVIDA…
DE LAS BALAS PERDIDAS!!!

Porque las velas que nos pongan al morir
no nos traerán la luz que nos faltó cuando volábamos.

Vuelves a escuchar las voces de la gente.
Mira hacia delante.
Dime qué se siente.
Vuelven a sonar los gritos de la gente.
Dime qué hay detrás.
Dime cómo es al reconocer la libertad…
Al casi rozar la libertad…
Al recuperar la libertad…

Correrán las mañanas felices.
La época en la que dejemos de ahogarnos
en conversaciones de ascensor
intentando sostener una imagen
que nos protege de nosotros mismos,
a la vez que ayudo a mantener el equilibrio
de esta obra de teatro
a la que llamamos existencia.
Nadie avisó de los baches y las caídas.
Aún así, un pie delante del otro,
un pie delante del otro, desafiantes.
Qué importa lo que diga el mundo
y cuan ciega sea la tormenta.
No dejes que te arrastre y te hunda bajo la arena.
Porque si logras mirar más allá del tiempo y del espacio,
de los números, los colores y las formas,
hay un segundo en el que todo cobra sentido
y hasta el miedo desaparece.
Al fondo, entre las sombras,
la luz ha dibujado una frase:

NO ESTÁS SOLO EN ESTE MUNDO.

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