Y mientras el mundo da vueltas, y nosotros con él, conviene ir a la verdad de nuestras vidas. A la verdad que late en la realidad. La misma que no pasa, la misma que nos ayuda a distinguir el bien del mal, lo superficial de lo profundo, lo aparente de lo auténtico.
 
La Verdad
 
Sería más fácil comenzar por la verdad
Que contar historias que nos puedan alejar
A pesar de todo, me da igual voy a empezar
A seguir creyendo que has venido a la ciudad.
 
Levanto las copas de gloria y redención
Cada vez que me insistes en volver a caminar
Tus ojos se han clavado en la mitad de esta canción
Y lejos de escucharme, te pones a divagar.
 
No hay manera de engancharnos, es la única ambición
Que perseguimos en el centro de un viejo salón
Y quiero que te acuerdes y volver a desgastar
El suelo en cuatro tiempos y me invites tu a bailar.
 
Has convertido el agua en vino, vaya decepción
La gente no te va a creer y alguno lo intentó
El éxito los sepultó y no quiso parecer
Bandera de las cosas, que nos dan y quitan fe.
 
En la noche que sucumbes a mis ganas de intentar
Convencerte de que no conozco ni el bien y el mal
En la noche en que nos encomendamos al azar
En el suelo de este cuarto me invitaste tu a bailar.
 
Sería más fácil comenzar por la verdad
Sería más fácil comenzar por la verdad
Sería más fácil comenzar por la verdad
Sería más fácil comenzar por la verdad
 
(Silóe)

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