En el abismo de nuestra realidad: donde las dudas afloran y las preguntan nos machacan. Cuando parece que todo nos desborda y nos sentimos a la intemperie. Cuando vivimos presos de la rutina y la decadencia colorea nuestro entorno. Cuando somos presos de la autocomplacencia o cuando no encontramos argumentos. Cuando nos quema la impaciencia o cuando nos sobra el tiempo. Cuando lo tenemos todo y cuando no nos salen las cosas. Cuando la mediocridad llama a nuestra puerta o cuando vemos que la plenitud se esfuma en un instante. Cuando el sufrimiento alza la voz, nos gana el sinsentido o incluso cuando nos toca de cerca la muerte.
Siempre una pregunta: ¿Quién nos va a salvar?

La M.O.D.A. (¿Quién nos va a salvar?)

¿Quién nos va a salvar?
Oigo a las calles respirar,
el eco del humo no se va.
Vivimos esperando, que pase algo ya.
Hasta las sombras quieren escapar, la foto ha salido mal.
Una pregunta escrita en la pared ¿quién nos va a salvar?.
Es la cadencia, de la decadencia
Es la cadencia. Autocomplacencia.
Es la cadencia, de la decadencia
Es la cadencia. ¿Quién nos va a salvar?
Dos amantes en el filo de un cristal.
No tendrás otra oportunidad.
Lo hemos tenido todo, lo hemos dejado caer.
Hasta las sombras quieren escapar, la foto ha salido mal.
Una pregunta escrita en la pared ¿quién nos va a salvar?.
Es la cadencia, de la decadencia.
Es la cadencia. Autocomplacencia.
Es la cadencia, de la decadencia.
Es la cadencia. ¿Quién nos va a salvar?

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