Recientemente, el Ministerio de Sanidad ha publicado las cifras del número de abortos en España durante 2022: 98.316, que respecto a 2021, la cifra ha sufrido un aumento del 9,01% No solamente eso, sino que además. La tasa de mujeres por cada 1000 que tienen entre 15 y 44 años que decidió abortar aumentó.
Las cifras producen escalofríos y remueven algo por dentro que genera diversas preguntas. Nos llevan a preguntarnos qué estamos haciendo mal como sociedad. Un sistema que no protege la vida, que no ofrece apoyo a las mujeres que enfrentan esta difícil decisión y en cambio presenta el aborto como un avance hacia la libertad. Poco a poco avanzamos por una senda de difícil retorno, pues se desafía el concepto fundamental de la protección de la vida humana.
Resulta evidente que como cristianos debemos defender férreamente la vida, pues sabemos que la vida es un milagro, un don que Dios nos regala a cada uno de nosotros y que, sin ninguna duda, hemos de respetar y cuidar como lo más grande que tenemos, como un privilegio. Sencillamente, cada vida merece ser vivida y merece ser respetada.
