Siempre descoloca asomarse a otras literaturas que no son las europeas. Seguramente nuestra literatura es más de ideas, de conceptos: vamos con el lápiz a la búsqueda de frases que subrayar. En Paraíso de lo que se trata es de dejarse contar una historia, de sumergirse en un mundo con los sentidos de la imaginación.
Quizá a nuestra sociedad todavía abundante y llena de gadgets la idea del paraíso le resulte extraña: a veces nos conformamos con llegar al fin de semana, con la ilusión del siguiente partido de Champions. Para la mucha gente que vive en la pobreza y en la esclavitud, el paraíso es todavía un lugar en el mundo, una promesa legendaria que aparece y desaparece en el relato de Gurnah, en medio de la vida aventurera de los comerciantes, de la sensualidad del paisaje y de las gentes, de la profunda vivencia religiosa que convive con la superstición y la magia.
Yusuf se irá haciendo mayor, pasará de niño a joven en medio de la caravana del tío Aziz. Abandonado por sus padres, los amigos son un consuelo. Pero ¿qué pasará cuando vaya descubriendo que quizá el paraíso no existe, cuando parezca que la única alternativa es ir pasando de una esclavitud a otra? ¿Se puede seguir siendo libre aun siendo un esclavo? Si no lo es, entonces el objetivo en la vida ya no será llegar al paraíso, sino huir del infierno.