Ignacio de Loyola es un santo de perfil difícil. Exigente a veces, tierno otras. Testarudo, pero dócil al Espíritu. Humilde, aunque fuerte. Crítico con la Iglesia, aunque fiel a ella en todo momento. Peregrino en caminos inciertos. Apasionado y decidido. Tan admirado por unos como denostado por otros. ¿Místico? ¿Político? ¿Ambos?
Su vida, en la Europa del siglo XVI, resulta una sorpresa y una provocación aun para nosotros hoy. Ignacio Tellechea consigue en esta biografía trazar una narración precisa, ágil, en la que muchos lectores se han encontrado con una personalidad fascinante, un hombre que buscó a Dios en los caminos de Europa, desde Loyola a Roma, desde París a Jerusalén.
Conoce al soldado y al cortesano. Al herido sin horizontes. Al converso con bastante de fanatismo. Al peregrino en los caminos. Al viajero en Jerusalén. Al predicador acusado de herejía por unos y admirado por otros. Al hombre que atrae a más gentes a imitar su modo de vida. Al estudiante en París. Al trabajador de los hospitales y las prostitutas. Al buscador de la voluntad de Dios. Al fundador y primer superior general de los jesuitas en la Roma renacentista. Al amigo, al santo, al hombre.