Pese a que la sencilla y profunda oración del Rosario fuera popularizada fundamentalmente por los dominicos, la Compañía de Jesús supo ver en él un instrumento para aprender a orar y meditar los misterios de la vida de Cristo. Concretamente, el Padre Tirso González de Santana sj contribuyó activamente para que el Rosario fuera no sólo una oración vocal sino también meditativa, popularizando los breves puntos de meditación para cada misterio, que tan famosos y útiles se volvieron en las misiones populares. En esta misma órbita se enmarca esta breve obra con la que Nubar Hamparzoumian busca ayudar a aprender a orar con el Rosario, meditando y descubriendo la belleza del Evangelio que atesoran sus misterios.

No se trata por tanto de un libro destinado a ser leído una sola vez. Sino más bien de una herramienta que ayude al lector a poner «modo y orden» a la hora de rezar esta devoción, para sacar de ella el mayor fruto espiritual. Una obra que tiene como fundamento el Evangelio que protagonizan cada uno de los misterios del Rosario, y que busca así introducirnos en ellos, de la mano de la Virgen María.

«Estas meditaciones que tienes en tus manos quieren ser una ayuda para quienes se inician en esta oración. La única invitación que me puedo atrever a dar es que cuando reces el Rosario no juzgues si lo haces bien o mal, sino vete aprendiendo, repitiendo la oración (…). Rezar el Santo Rosario consuela, acompaña, inspira y nos ayuda a entrar en los misterios de la vida de Jesucristo (…). Cuando estés de un lado a otro. Cuando te vayas a dormir. Cuando esperes en la cola del médico o te agobie saber la nota de los exámenes. Cuando vuelvas de un entrenamiento o estés de viaje hacia alguna competición. Cuando te parece que no tienes nada que hacer. Cuando estés de excursión por la montaña, de romería o peregrinación. En todos esos momentos y muchos otros, deja de lado las conversaciones superficiales, guarda el móvil y reza el Santo Rosario». p. 4-5.