Que a los lectores y a los escritores nos gusta leer historias que tienen como protagonistas a los libros es un hecho. Librerías de libros olvidados, bibliotecas medievales, historias interminables, ladronas de libros… han ido capturando nuestra imaginación a lo largo de las últimas décadas. Pero esto de ahora no es una novela. Es un ensayo fascinante, exhaustivo, entretenido, literario y erudito. Irene Vallejo ha conseguido algo impresionante. Un libro que es un viaje –o muchos viajes–. En sus páginas vamos saltando del presente al pasado. Una Antigüedad recreada a través del minucioso proceso de aparición de los libros. Desde los relatos orales a las tablillas. De los papiros a los libros. Se suceden no solo los lugares y las culturas, sino también los personajes: los narradores de una tradición oral, Homero, Heródoto, Alejandro Magno, Cleopatra, Hipatia… son incontables las referencias y las historias contenidas en esta historia. La autora no solo es una filóloga que sabe de qué habla. Es también una escritora magnífica. Cada párrafo, cada página, es una aventura. Sus descripciones son exactas. Las palabras utilizadas, precisas. Complementa la erudición con humor, la historia con la anécdota, el pasado con la cultura contemporánea. No quieres dejar de leer, y al tiempo no quieres leer demasiado para alargar el placer de la lectura.
Este libro es una explicación de por qué leer es necesario, es liberador, es una forma de resistencia también en esta era. Es un brindis a la salud de narradores, escritores y lectores que, desde antiguo, compartimos la pasión por los relatos.
«El libro ha superado la prueba del tiempo, ha demostrado ser un corredor de fondo. Cada vez que hemos despertado del sueño de nuestras revoluciones o de la pesadilla de nuestras catástrofes humanas, el libro seguía ahí. Como dice Umberto Eco, pertenece a la misma categoría que la cuchara, el martillo, la rueda o las tijeras. Una vez inventados, no se puede hacer nada mejor» (p. 20)