“Mi buen Sancho -diría D. Quijote una vez leído este libro- paréceme que aquí tenemos una obrita que continúa nuestra historia. La tuya y la mía. La de los dos a la vez. La de los que creen que la realidad no “es”, sino que tú y yo la vemos, la hacemos…” He aquí 15 cuentos que le dan la vuelta a las cosas que suceden todos los días y nos las devuelven nuevas, a estrenar, como recién nacidas otra vez. He aquí un libro que muestra que la buena literatura puede ayudarnos un poco a descifrar el mundo en el que vivimos, el que nos toca soportar, gozar y mejorar. Javier Sáez, historiador aprendiz de filósofo, parece que mira lo que nadie ve y comprende lo que a todos se nos escapa. Su manojo de relatos no se deja leer deprisa porque, mientras se tiene en las manos, uno se siente retado a reflexionar y a penetrar en la hondura de lo cotidiano, a descubrir lo que suponemos que las personas y las cosas dan de sí y que normalmente no nos permitimos disfrutar. El autor nos anima a explorar la clave oculta de la realidad; porque verdaderamente la tiene, y la magia de la vida consiste en descubrirla y compartirla con otros. Con palabras de Sancho Panza podríamos terminar diciendo: “Vuestra merced no se asombre, mi señor don Quijote que, a fe mía, aquí hasta el cuento se toma en serio.” 

 “Cuando me he levantado no me sentía tan mal. Van a dar las nueve y veinte; quizá sea pronto para recuperarse. Pienso, un poco filosóficamente, si el tiempo no lo marcan los relojes ni los calendarios, sino nuestros deseos.

 Alguien escribió una vez sobre el poder evocador de una magdalena. No sé por qué lo he recordado cuando, al mirar la bandeja de los cruasanes, me ha venido su sonrisa. Sin duda, las asociaciones son ridículas; el poder de su revelación, en cambio, no.”