Edmund Campion es un referente en la sociedad inglesa, en concreto en la universidad de Oxford. Tras el sangriento giro político y religioso dado por los Tudor, Edmund viaja hasta la vieja Europa para reencontrarse con el catolicismo. Allí, decide entrar en la Compañía de Jesús, donde tras un paso por el colegio de Praga es destinado a su Inglaterra natal para asistir a los católicos que aún sobreviven en la clandestinidad.
Así continuó la obra de Campion; así continúa. Fue uno de la multitud de mártires, cada uno a su manera, valientes y venerables; algunos llevaron a cabo hazañas más aventuradas, otros sacrificaron posiciones más destacadas en el mundo, muchos sufrieron torturas más crueles, pero la suya y para cada una de las generaciones posteriores, la fama de Campion ha ardido con especial calor y brillo; fue genialidad suya expresar, en frases que han resonado a través de los siglos, el espíritu de caballerosidad con que sufrieron, ejemplificar con su celo, su inocencia, su inflexible objetivo, el modelo que seguían.