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En la portada, una frase sentencia: "Ha llegado el momento de detenernos a decidir en qué mundo queremos vivir". Y en el interior uno se encuentra una reflexión lúcida, amena y clara sobre los retos que afrontamos, como sociedad, al pensar hacia dónde vamos. Un ensayo que fascina y que merece la pena.Uno podría preguntarse. ¿Qué pinta una reflexión como esta en una web de pastoral juvenil? ¿No deberíais recomendar libros de teología, de espiritualidad, o narraciones más o menos edificantes? La respuesta es que la pastoral necesita aterrizar. La pastoral no es solo una mirada desencarnada al interior de las personas, sino una mirada llena de intención al mundo, a sus heridas y a sus necesidades. Una mirada que ha de armarse con las herramientas que permiten interpretar lo que uno ve: economía, sociología, política, psicología... 

Este ensayo de Tony Judt es, sobre todo, una invitación a pensar. La postura del autor queda clara en sus páginas: clama por una reivindicación de la socialdemocracia como forma de hacer frente a los excesos de un mercado desregulado -que, dice, conduce a una abismal desigualdad que al final es insostenible-, y como alternativa a un colectivismo que se ha demostrado ineficaz. Defiende, también, una orientación moral de la vida pública. Critica, por el camino, los  falsos progresismos, los infantilismos de la izquierda, el egoísmo como sistema promovido durante las  dos décadas anteriores a la crisis. Denuncia la facilidad con que las sociedades occidentales hemos aceptado el desmantelamiento del Estado del Bienestar. Y clama por una intervención razonable del Estado, que ha de redistribuir los frutos del crecimiento, donde lo haya.  Es curioso porque un discurso semejante, ideológico y bien definido, suena a nuevo en esta época en que estamos acostumbrados a ocurrencias políticas, a proclamas que son caricaturas de proyectos; cuando los líderes se dicen de derechas, o de izquierdas, pero en realidad dan bandazos…  
Uno puede estar de acuerdo o en desacuerdo con las ideas y propuestas del autor. Pero lo importante es que invita a formarse, que invita a pensar, y que invita a posicionarse. Tres actitudes imprescindibles hoy en día, cuando muchas tendencias nos conducen a lo contrario, a vegetar. De ahí el recomendar lecturas de este tipo. Que no falte lo que pueda estimularnos e invitarnos a comprender nuestro mundo.

 «Sabemos qué cuestan las cosas, pero no tenemos ni idea de lo que valen» (p.17) «Si no podemos confiar en que los banqueros actúen con honestidad, ni en que los agentes hipotecarios digan la verdad sobre sus préstamos, ni en que los reguladores públicos denuncien a los hombres deshonestos, el propio capitalismo acabará paralizándose» (p.49)  «¿Cómo podemos enmendar el haber educado a una generación obsesionada con la búsqueda de la riqueza e indiferente a tantas otras cosas?» (p.50) «La libertad es la libertad. Pero si conduce a la desigualdad, la pobreza y el cinismo deberíamos decirlo con claridad en vez de ocultarlo bajo la alfombra en nombre del triunfo de la libertad sobre la opresión» (p.143) «Tendremos que plantearnos de nuevo los eternos interrogantes, pero estar abiertos a respuestas diferentes» (148)

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Editorial

Taurus

Año de publicación

2011

Páginas

220

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