Si a alguien se le ocurren juegos de palabras o de imágenes podría exprimirse mucho la foto de los líderes del G7, encabezados por Angela Merkel, el pasado fin de semana en el castillo de Elmau.

 Veamos, “Blancanieves y los siete enanitos” seguro que daría para un buen chiste. También podríamos hablar de “Una novia para siete hermanos”, pero hay que tener cuidado porque es posible que en los chistes se nos empiece a colar un tufo machista en el que hacer a Merkel blanco de las pullas más sarcásticas, en este mundo en el que la combinación de mujer y poder levanta muchas suspicacias. El escenario de la foto, con ese suelo floral y pastoril también nos podría invitar a pensar en la familia Ingalls y “La casa de la pradera”, todo almíbar y  buen rollo. Añádele las sonrisas campestres de la alegre banda, y parecería que en cualquier momento van a echar a correr para ver quién llega primero a una laguna cercana, donde se darán un baño mientras chapotean, jubilosos. Es verdad que la seriedad de los trajes azules y las corbatas pone un punto de sobriedad, como un mudo recordatorio de que estas personas tan importantes están aquí para trabajar.

Es curioso este mundo de imágenes. Algún asesor habrá imaginado la foto. Habrá buscado el lugar, y les habrá dado indicaciones para posar. Quizás hasta la colocación de cada uno tenga su significado y exprese jerarquías, relaciones y afinidades. Nada se ve, en la instantánea, de las presiones internas, de la incomodidad de Hollande y Renzi con las reformas que les exige Merkel. Tampoco se ve a Vladimir Putin, a quien por segunda vez consecutiva excluyen de la fiesta. Pero su propia ausencia ya habla.

El poder tiene dos caras. La mediática, amable o superficial, estudiada para dar migajas de información desde un escenario. La oculta, que se ejerce a puerta cerrada, donde se mueven los hilos y se negocia con intereses, posibilidades, y tristemente, con vidas. Lo necesario sería que haya transparencia sobre todas esas cosas que ocurren entre bambalinas. El poder implica una enorme responsabilidad. Decisiones que afectan a personas, que suponen la vida o la muerte a muchos niveles. Viendo esta foto, uno querría que, antes de encuentros como el de Elmau, los grandes líderes mundiales hicieran un retiro en el que alguien les recuerde que los jefes deben servir. Solo eso.

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