Allá por el 2015 nuestro Papa Francisco habló a los sacerdotes sobre la urgencia de oler a oveja. Un mensaje en parábola, de esos que parecen no ser directos pero que dan en el centro de la diana. 

Viene muy bien este mensaje a cualquier persona que cuida de algún “rebaño eclesial”: catequistas, profesores, monitores, pastoralistas, etc.

Como todo mensaje parabólico tiene diversas interpretaciones. A mí me sugiere la necesidad de acercarse y cuidar. Nos habla Francisco de estar presente, de ser pastor trabajando a ras del suelo sin recurrir a drones distantes y fríos.

Pastor “de los buenos” es quien trabaja dentro del redil, entre las ovejas, no quien opina desde fuera. Quien huele a oveja no pastorea en diferido desde un despacho, ni redactando documentos, ni como cotizado conferenciante online.

El que está presente, el que mira a los ojos, no va quejándose de la rentabilidad de su rebaño, sino que se preocupa de su cuidado. Sus ovejas lo conocen porque su actitud cercana huele como ellas. Su olfato sencillo de grupo reconoce al que da la vida, al que trabaja y se entrega. Quizá por esta razón un buen pastor siempre está acompañado, nunca solo.

Esta parábola de Francisco me recuerda a esas noticias sobre las quejas de turistas que al llegar al entorno rural no se emocionan con la realidad que encuentran. El pueblo no huele como esperan y tampoco lo que oyen les da la paz idealizada que han pagado. Ovejas, vacas, gallos, campanas. La oferta no responde a su demanda de paz y descanso urbanita.

Trabajar y dedicarse a ser pastor, a transmitir el buen mensaje de Jesús, creo que es una de las labores más bonitas y gratificantes, pero eso no quiere decir que sea cómodo, práctico y descansado. Hay que estar al pie del cañón, a la puerta del redil. Hay que estar, aprendiendo, aceptando y cuidando  hasta el extremo el rebaño que tienes a tu cargo

Hoy todo tiene que estar “probado científicamente” para que sea creíble. Pues bien. La neurociencia dice que la comunicación real se da cuando hay cercanía física y contacto visual. Podemos decir con el papa Francisco, con rigor científico, que oler a oveja demuestra que eres un buen pastor, un buen transmisor de la fe.

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PastoralSJ
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