Hay un principio de la Termodinámica que dice que «todo tiende a su máxima entropía», esto es, al mayor desorden. Pues Marie Kondo, la reina japonesa del orden, ha visto aplastada toda su filosofía por esta ley física.
La que antes daba consejos para tener un hogar lleno de equilibrio, hoy dice que «es imposible tener la casa ordenada con tres hijos». A mí me alivia mucho más esta nueva teoría suya que la anterior, porque el desorden nos come más veces de las deseables. No solo en la casa, también en la vida, con tanto ir y venir, tanta prisa y tanto descontrol en el manejo de nuestros tiempos.
La propia vida es pura entropía. Por dos cosas: primero, porque ordenar requiere mucho más esfuerzo que desordenar (eso también lo corrobora la Física); y segundo, porque controlarlo todo al milímetro puede resultar misión imposible.
Para ordenar hay que poner mucha energía. No solo en la casa, también en los pensamientos, los sentimientos, las prioridades, las elecciones, las pasiones… Todo esto requiere un trabajo y, a veces, preferimos vivir en ese limbo del desorden vital que parece permitirlo y excusarlo todo.
También en alguna ocasión hemos comprobado que, aunque queramos, no podemos tenerlo controlado todo. Siempre queda un cabo suelto, y ese cabo suelto puede ser el que define el desenlace de la historia. ¿Es bueno tener controlado el cabo suelto? ¿Es mejor tenerlo localizado para poder amarrarlo? Pues no sé, la verdad. Yo solo puedo decir que ser consciente de él me ha ayudado a llevarme mejor con la Providencia.
Creo que la vida tiene que ver con saber convivir con «la posibilidad de». Ciertamente no podemos ir por ahí como pollo sin cabeza, a lo loco, sin orden ni concierto. Pero controlarlo todo vemos ya que ni Marie Kondo puede. Que la vida, con esa maravillosa facilidad que tiene, se salta las normas y te pone en el punto de partida de nuevo. Vivir tiene que ver más con surfear: atentos a las olas que vienen para decidir qué movimiento toca hacer. En definitiva, mente y cintura. Imagino que será lo que Marie Kondo ahora practica.