Hace ya muchos años una película con ese título conjugaba la labor de un periodista, un contexto explosivo, una historia de amor… Parecería entonces que vivir peligrosamente tenía un punto de intemperie, un halo romántico y mucha acción. He aquí que se nos cumple un año del confinamiento. Un año en el que hemos descubierto que vivir peligrosamente, a veces es tan solo vivir en un contexto más amenazante del que imaginábamos. Un año desde que, de la noche a la mañana, descubrimos que esto del Covid19 no era solo una vaga amenaza lejana, una noticia de telediarios, o un titular para que unos lo creyeran y otros lo discutieran. Estaba aquí, y de golpe cambió toda nuestra vida. Rutinas que dejaron de serlo, reemplazadas por otras nuevas. Calles vacías como en el escenario de una película de terror. Silencio en las calles. Crónicas de muerte. Miedo, mucho miedo. Luego, un vago acostumbrarse. Desescaladas, nuevas escaladas. Olas sucesivas. Ausencia de abrazos. Distancia. Cierres. Medidas. Muertes. Una carrera contrarreloj para conseguir la vacuna. ¿Aprendizajes? Ha habido tantas cosas… Y desde ahí nace una nueva serie en psj. Una serie de miradas a este año que vivimos peligrosamente. Miradas personales, puntuales, a algún momento que, para cada uno, han podido ser especialmente significativos, y que quizás nos ayudan a definir quiénes somos y quiénes podemos llegar a ser.
Descubre la serie El año que vivimos peligrosamente