Se trata de un libro duro, conocido por su éxito editorial -con más de dos millones de ventas-, y porque Martin Scorsese lo convirtió en película hace unos años. Además de ser ágil y sugerente, traslada al espectador la crueldad de los cristianos perseguidos y todos los dilemas morales que el martirio trae asociados. Y sobre todo, sumerge al espectador en un cristianismo misionero que sigue iluminándonos varios siglos después.
