En este mes de María me ha venido a la cabeza una homilía que escuché hace tiempo a un jesuita. En ella decía que a los cristianos cada día se nos presentan miles de situaciones donde podemos responder con un sí o con un no.
Quizá esto tan evidente nos puede recordar a la Virgen María y a la esencia de su ejemplo: su SÍ, su «hágase en mí según tu palabra». Mirándola a ella y confiando en ella, podemos aprender a responder con un SÍ a todas esas invitaciones que la vida nos regala y que los cristianos descubrimos y creemos que vienen de Dios.
No le demos más vueltas, ni nos enrollemos con más palabras de las necesarios. La mayoría de las cosas son sencillas, como aquellas que ocurrieron en Nazaret. Ser seguir de Jesús es aprender a reconocer a Dios en las situaciones que se nos presentan y tratar de darle una respuesta semejante a la que Él le daría, tal y como hizo María. Todo lo demás… son excusas.
¡Adelante!