Los motivos de dentro

«¿Por qué te acongojas, alma mía, por qué estás gimiendo? Espera en Dios…» (Sal 42-43)

Son tan variados, ¿eh? ¿Qué se oculta tras nuestros semblantes, a veces indescifrables? ¿Por qué hoy me he levantado con mal pie? ¿Por qué a veces pesa todo? ¿Por qué hay días en que los minutos se hacen eternos? ¿Por qué en ocasiones me siento solo, aun rodeado de gente? ¿Por qué muerde la duda, o la nostalgia? ¿Por qué a veces me siento incomunicado? ¿Por qué cuesta tanto pedir ayuda? ¿Por qué, a veces, no me aguanto ni a mí mismo?
Muchas veces no sé la respuesta, pero quizás no importa mucho. Sólo te pido, Señor, que en esos momentos no me dejes rendirme. Que no me dejes tampoco dramatizar demasiado. Que me ayudes a sonreír un poco ante mis angustias. Que me enseñes a fiarme, de Ti y de otros.

- ¿Qué hago con mis porciones de desierto?
- ¿Qué cosas me hacen sentir triste, así, por dentro?

Hoy estoy triste

Hoy estoy triste.
No me lo sé explicar, pero estoy triste.

Quizá la culpa...

Qué sé yo...

...Esta mañana de nubes bajas;
quizá esta mesa
no demasiado grande
para que coma el mundo;
quizá estos hombres
que hacen el hormigón para mi calle;
no sé si, acaso, aquel muchacho
que juega con la arena,
o la mujer que viene de la compra...

...No sé, sinceramente.
Es todo tan sencillo a simple vista...

Aquí, sentado, casi
pegado a mi ventana,
y la vida en la calle, como un río...
Y yo mirando, solo,
con la pluma en la mano
diciendo que estoy triste,
como si a nadie le importara mi tristeza,
como si no fuera la vida una serpiente...

(Nicolás del Hierro)

PastoralSJ
Resumen de privacidad

Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.