Cuando vivo a medias

«Al oírlo, el joven se marchó triste, pues era muy rico» (Mt 19, 22)

No hay que aspirar a ser un súper hombre ni un dechado de virtudes. No hay que quererse inmaculado ni infalible. Pero puedo aspirar a vivir con hondura, a abrir los ojos para buscar a Dios en torno y construir su Reino. Puedo amar con entrega total, aunque eso me haga vulnerable. Puedo vaciarme cada día un poco más al irme llenando de evangelio y prójimo. Y a veces soy consciente de vivir de espaldas a todas esas posibilidades, instalado en una medianía apacible, donde nada me inquieta…

¿Dónde están mis medianías?

¿Hay algo de lo que me arrepienta en la vida, o en mi presente?

Aviso

Está seco, sus ramas sin hojas,
su tronco sin ojos,
sus cables sin savia,
se mueve sin amor.
Está seco.
Nada le estremece,
por nada hasta blasfema.
La Bolsa y el Negocio
sólo le hacen vibrar.
Está seco.
Se mete en Ministerios,
administra guardillas,
rebaja los jornales,
que su vida es así.
yo le he visto,
os advierto:
Enterrad a ese hombre
cuanto antes.

(Gloria Fuertes)

PastoralSJ
Resumen de privacidad

Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.