
Mejor hablar
«Y la Palabra se hizo carne. Y habitó entre nosotros.» (Jn 1, 14)
Para bendecir. Para hablar bien de tantas historias, tantas personas, tantas circunstancias que hay que afirmar. Mejor hablar con palabras sinceras. Para reconocer y elogiar lo bueno. Para criticar lo que pueda mejorarse, pero desde una actitud de concordia. Mejor hablar desde el cariño y la ternura. Aprender a reconocer tanto bueno como hay en torno. Mejor hablar cara a cara, encontrándonos y descubriéndonos siempre personas, en la debilidad pero en la humanidad. Mejor hablar con palabras que tienden puentes, estrechan distancias y entrelazan vidas. Mejor hablar con amor.
– ¿En qué mi hablar es bendecir?
– ¿Alguna vez mis palabras son caricia, bálsamo, regalo?
Mis mejores poemas
Mis mejores poemas
sólo los lee una persona;
son unas cartas tontas
con mucho amor por dentro
faltas de ortografía
y agonía precoz.
Mis mejores poemas
no son tales, son cartas,
que escribo porque eso,
porque no puedo hablar,
porque siempre está lejos…
como todo lo bueno,
–que todo lo que vale nunca está–
como Dios,
como el mar,
soy de Castilla y tengo
un cardo por el alma,
pero quiero tener un olivo en la voz,
soy de Castilla seca,
soy de tierra castellana,
pero quiero tener a mi amor en mi amor.
Da risa decir eso, AMOR, a estas horas.
AMOR a estas alturas de inmobiliaria y comité,
pero yo digo AMOR AMOR sé lo que digo,
–Mis mejores poemas son cartas que lloré–.
Un poema se escribe
una carta se llora,
una noche se puede parir o deshacer,
yo parí y he robado
–he hecho de todo un poco–
pero mi mejor verso…
un Telegrama Es.
(Gloria Fuertes)