Otra corriente "adversa": De alguna manera, tú mismo, Dios.

«Desde lo hondo te grito, Señor, dueño mío, escucha mi voz» (Sal 130)

Sí, Señor, perdona que te lo diga. A veces tu evangelio es exigente, y me asusta vivirlo. A veces no me lo pones fácil. A veces callas tanto, descolocas mis expectativas, no te siento, no te encuentro, no te entiendo… Y casi pienso que juegas conmigo… Hasta que me doy cuenta de que esa es tu grandeza. Desbordar, una y otra vez, lo que intuyo. Aparecer, siempre nuevo. Irte desnudando de capas, para mostrarte ante mí cada vez más hondo, más simple, más Amor. No permitas que deje de buscarte. Ayúdame a creer en Ti.

¿Alguna vez o en alguna medida Dios me descoloca?

Contra todos

 

No es fácil hoy rezar. Nadie te deja
el silencio dispuesto y la palabra.
Tú parece que estás en la otra orilla
de Ti mismo, y no llegas a escucharnos.

Y, sin embargo, quiero, contra todos,
rezarte a media voz; lo necesito
mientras paro mi lucha, y le pregunto
a los hombres por Ti sin que lo sepan.

Sin oración me quedo desolado,
falto de tu exigencia y de tus manos
por mis ojos que atisban tu venida.

Vaya a Ti mi oración, te vaya en contra
de este puño de voces que entrecruzan
su ruido en mi silencio que te añora.

(V. Arteaga)

Relacionados

No se encontraron resultados

La página solicitada no pudo encontrarse. Trate de perfeccionar su búsqueda o utilice la navegación para localizar la entrada.

PastoralSJ
Resumen de privacidad

Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.