Remei, originaria de Madrid, conoció a Ignace en una Pascua en Ceuta. Él había logrado cruzar recientemente la frontera para entrar en España, dejando atrás un camino tortuoso y repleto de cicatrices, tanto en el cuerpo como en el alma. 

Actualmente, Remei e Ignace son un feliz matrimonio y se dedican, entre otros cosas, a transformar la realidad de Camerún, la tierra natal de Ignace. En este capítulo de ‘No tengo ni idea’ nos encontramos con Remei, donde se discute sobre inmigración, sobre fe y sobre Dios. 

Una historia de película, pero que nos habla de amor y de Dios, de fe y de justicia y migración y de mucha esperanza.

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