- Porque tiene las ventajas de tantas miniseries británicas: excelente producción, pocos capítulos, principio y fin.
- Por un guion que entra de lleno en infinidad de cuestiones contemporáneas sobre las que merece la pena una reflexión
- Por un casting muy acertado, en el que cada personaje brilla en sus momentos (con especial referencia a Emma Thompson, cuya Vivienne Rook es creíble y detestable a partes iguales)
- Por la banda sonora de Murray Gold, intensa y agobiante en ocasiones, que recuerda las composiciones de Max Richer para otras series de HBO como The Leftovers
Sinopsis
Una inquietante distopía sobre los próximos 15 años. A través de la historia de la familia Lyon, nos asomamos a un futuro muy plausible en algunas de sus propuestas. Una Inglaterra post-brexit donde la tecnología, los populismos, la violencia, el terrorismo, el cambio climático y la comunicación van generando un escenario cada vez más amenazador.
¿Por qué ver "Years and Years"?
Para pensar
- Hay tantos temas que se solapan en los diferentes capítulos que es difícil sistematizar todo. Pero quizás una de las cuestiones más interesantes es pensar qué puede resultar más plausible de todos los escenarios planteados.
- En cuanto a la tecnología, la tesis de fondo es el increíble, rápido e imparable desarrollo de la tecnología aplicada a todas las facetas de la vida. Y cómo tiene consecuencias positivas (por ejemplo en la sanidad) pero también algunas muy problemáticas. Quizás lo más radical en la serie es la cuestión del transhumanismo, que va desde el implante de tecnología en el cuerpo humano hasta el vaciado de la memoria al final de la vida –quizás el mayor riesgo del guion–. ¿Sabes cuánto hay de real, o de posible en los escenarios planteados?
- La política contemporánea también es objeto de análisis en la serie. Una política proclive a los populismos, a las estridencias, a los ídolos que surgen de la nada a base de eslóganes, con facilidad para manipular. Vivienne Rook es el paradigma de los líderes populistas contemporáneos, capaces de enardecer a las masas a base de naderías. Son muy interesantes los momentos de contraste entre sus intervenciones políticas y las voces que critican la vaciedad de sus planteamientos, sin ser escuchadas.
- También dedica una de sus tramas a la inmigración, las fronteras y las dificultades que han de afrontar los ciudadanos considerados ilegales.
- La idea de una sociedad donde hay vidas que sobran (tan bien planteada por el sociólogo polaco Zygmun Bauman) está aquí llevada al extremo. ¿Te parece plausible?
- Es interesante –aunque inquietante también, al menos para nosotros– la total ausencia del tema religioso. No hay ni una sola mención a la religión en la vida de los miembros de la familia Lyon. Aunque, paradójicamente, la última escena de la temporada quiere jugar con la idea de un amor capaz de trascender la muerte (solo que esta inmortalidad sería fruto de la tecnología y no una forma de trascendencia).
- Nos encontramos con una sociedad donde está absolutamente normalizada la diversidad (los planteamientos familiares-relacionales reflejan en ese punto la pluralidad contemporánea).
- ¿Es posible alguna forma de resistencia? Esta parece ser la pregunta de fondo. Es muy provocador discurso de la abuela en el último capítulo, alegando a cómo no podemos seguir culpando de todo a los otros, al sistema o al clima, cuando demasiadas veces somos nosotros quienes vamos aceptando acríticamente todas las novedades, cambios y pequeñas renuncias en nombre de la libertad, el progreso, etc.
- El final resulta –desde mi punto de vista– demasiado benévolo, como si se hubiera querido evitar el malestar definitivo ante lo que se está viendo, salvando al espectador del vértigo final de llevar los puntos anteriores hasta sus últimas consecuencias.