- Porque es el arranque, brutal y provocador, de una serie que merece la pena por cómo nos enfrenta, sin piedad, con las contradicciones de nuestro mundo mediático.
- Porque no pierde el tiempo en largos rodeos. El formato de un solo capítulo de 45 minutos exige ir directo al grano. En ese sentido, el capítulo va tocando de manera directa temas como la presión de los medios, la imposibilidad de contener la información en este mundo híper-conectado, la volatilidad de la opinión pública o la pasividad de una sociedad enganchada a las pantallas.
- Porque los mejores actores del panorama de la televisión británica se van a ir dando el relevo en diferentes capítulos de la serie. En este caso, Rory Kinnear trasmite la angustia del primer ministro atrapado en un mundo de expectativas absurdas, y, sobre todo, Lindsay Duncan, como su asistenta, Alex, refleja lo implacable del poder dispuesto a lo que haga falta con tal de mantener sus privilegios.
- Porque no se anda con subterfugios. Esta es una serie para adultos, que exige no solo verla, sino reflexionar sobre los escenarios que plantea.
- Porque tras lo grotesco y transgresor del episodio del cerdo (que es intencionadamente estridente y desagradable) está una verdadera tesis sobre los límites de nuestra cultura.
Sinopsis
La princesa Sussannah, uno de los miembros más populares de la familia real británica, ha sido secuestrada. El primer ministro Michael Callow es informado de la situación, y se queda horrorizado al descubrir que el único requisito del secuestrador para liberarla le implica a él. En horario de máxima audiencia, esa misma tarde, deberá mantener relaciones sexuales con un cerdo si no quiere que la princesa sea asesinada. Inmediatamente empieza una búsqueda contrareloj que implica a la alta política, la prensa y la opinión pública.
¿Por qué ver "«El Himno Nacional» (Black Mirror 1*01)"?
Para pensar
- Una pregunta que hay que hacerse ante cualquier capítulo de esta serie es: ¿Hasta qué punto te parece plausible lo que plantea? ¿Es exagerado? ¿Es ya real la dinámica que describe?
- La reflexión más importante en este capítulo es la que tiene que ver con la volatilidad de la opinión pública. En un momento, ante un cambio que afecta a lo más emocional (el dedo cortado de la princesa) la opinión pública da un giro de 180º y deja de defender lo que creía razonable para apoyar algo mucho más insostenible. ¿Crees que somos tan manipulables a base de emociones?
- Una periodista, Malaika, sobrepasará unos cuantos límites para conseguir información privilegiada. ¿Todo vale para conseguir una exclusiva?
- La sociedad es presentada como una sociedad de espectadores. Las reacciones de los ciudadanos viendo el desenlace, desde la cama, un hospital o un pub, representan las reacciones de un espectador (jalea, grita, opina, se estremece, bromea…). Pero, en todo caso, lo que hay es una total falta de empatía y compasión verdadera. ¿En qué cosas crees que somos demasiado espectadores y demasiado proco protagonistas?
- La tesis del secuestrador de la princesa (que aunque la liberase antes de tiempo nadie estaría pendiente de ello porque todo el mundo estaría pendiente de las cámaras) refleja también el drama de una sociedad separada de la realidad por las pantallas. ¿Te parece que hay realidades invisibles en nuestra sociedad?
- Por último, el epílogo también apunta a otra cuestión. La falsedad de muchas de las cosas que vemos. La mujer del primer ministro, aparentemente a su lado y apoyándole un año después del episodio, en realidad no le dirige la palabra y se niega a justificar lo ocurrido. Y esto también invita a pensar, ¿cuánto de lo que vemos en los medios es real y cuánto está pensado para engañarnos?