- Por la inmersión cultural. Unorthodox introduce al espectador en una realidad bastante desconocida, los barrios estadounidenses de judíos ultraortodoxos jasídicos (provenientes de Europa oriental). La realidad social y familiar, las costumbres, la estética de sus mujeres y, sobre todo, su efecto en la vida de los miembros de la comunidad, se trasmiten con gran realismo, incluso crudeza. El espectador descubre una realidad generalmente desconocida y empatiza fácilmente con la angustia de la protagonista.
- Por la imagen del occidente globalizado. Esty huye a Berlín porque allí reside su madre, con toda la carga de dolor que supone para un judío askenazi regresar a Alemania. Sin embargo, la capital cosmopolita, plural y diáfana, se abre a Esty como el espacio que nunca había tenido. La serie retrata el Berlín contemporáneo como el paraíso de la protagonista, casi una visión utópica de la globalización y la postmodernidad.
- Por la riqueza de los personajes. Se trata de una serie de grandes contrastes, pero que dibujo unos personajes que son mucho más que buenos o malos. La serie invita a no quedarse en la primera impresión y descubrir la naturaleza poliédrica de muchos de los conflictos internos de los personajes. La lucha entre maternidad y realización personal de Leah (Alex Reid). La tensión entre la costumbre y el amor en Yakov, marido de Esty (Amit Rahav), o esa misma dialéctica en la abuela de la protagonista, aunque con caminos más bien opuestos. La pulsión del deseo y la ira frente al deber en el controvertido Moische (Jeff Wilbusch).
- Por la actriz, Shira Haas, que interpreta con franqueza la asfixia que sostiene la búsqueda de Esty. El personaje de Esty es en cierto modo arquetípico, la mujer alienada que necesita huir para poder respirar. Shira Haas logra contarlo desde una contradictoria fortaleza en la fragilidad. Su apariencia física unida al drama de la protagonista la hacen quebradiza, como si en cualquier momento fuese a ser derrotada (es escalofriante la similitud entre la apariencia de Etsy y la de una víctima de un campo de concentración). Sin embargo, la fuerza de su búsqueda, su anhelo de libertad, se sostienen en una fuerza interior inquebrantable (relatado con desgarradora belleza en la escena de la audición).
Sinopsis
La miniserie de Netflix Unorthodox es una adaptación de la obra de Deborah Feldman, Unorthodox: The Scandalous Rejection of My Hasidic Roots (2012). Dirigida por Maria Schrader, narra la huida emprendida por Esty, Esther Schwartz, para romper con la presión social y familiar de su comunidad jasídica. Esty viajará a Berlín en busca de un nuevo futuro, huyendo de un matrimonio asfixiante. En la maleta llevará su pasado, sus miedos, sus prejuicios, pero también muchas preguntas por resolver.
¿Por qué ver "Unorthodox"?
Para pensar
La serie pone en cuestión el diálogo entre la religión –no tanto la experiencia de fe– y algunos aspectos fundamentales de la identidad personal.
- Religión y libertad. Es probablemente la gran confrontación de la serie. ¿Es posible ser libre en el marco de una religión? Las creadoras nos sitúan en una perspectiva quizá poco matizada, una experiencia religiosa ultraortodoxa y alienante frente a una realidad cosmopolita en la que la libertad parece al alcance de la mano. Cómo se entiende la libertad, cómo es la libertad de la persona religiosa, qué se necesita para ser libres; preguntas que siguen sin ser obvias.
- Religión y felicidad. Una de las claves de la película, a mi modo de ver, es la sonrisa de Esty, o su ausencia. La búsqueda de la libertad que emprende la protagonista es la necesidad de una vida feliz, y en ese camino es terriblemente elocuente su sonrisa, una sonrisa muchas veces infantil, de primera vez, de descubrimiento. ¿Qué papel juega la religión en la felicidad? ¿A que llamamos felicidad? ¿Qué felicidad es irrenunciable?
- Religión y fe. La ultraortodoxia parece encorsetar la fe en Dios en unas costumbres asfixiantes, parecería incluso que solo hay dos opciones: fe sin libertad o libertad sin fe. Es importante ver como en el camino de Esty van cayendo muchos de los signos externos de su religión, pero no su fe. Esta confrontación es latente en nuestro mundo, un anhelo de fe individualista, sin religión, sin necesidad de mediación, de formas o fórmulas. Una cuestión por resolver para la religión en el siglo XXI. (No se pierdan el diálogo de Leah y Yakov en la residencia).
- Religión y sexualidad. La vida sexual del matrimonio es quizás uno de los aspectos más dramáticos que relata Unorthodox. Se presenta con crudeza la vivencia del afecto y la sexualidad bajos las exigencias de las normas ultraortodoxas. La experiencia de Esty no solo habla solo de una joven jasidí, sino en buena medida de una generación que busca en la sexualidad la respuesta a la pregunta por la felicidad. Esto nos lleva a cuestionarnos una vez más cómo afrontar la moral personal, fuente de prejuicio y rechazo a las principales religiones. (La escena de Yakov en el club de Berlín es especialmente elocuente).