- Porque es una película que ha envejecido de maravilla, y que con los años gana en lugar de perder.
- Porque conjuga comedia y drama con brillantez. Tiene momentos hilarantes, pero por otra parte ofrece una reflexión profunda sobre la autenticidad, los sueños, la mentira y las apariencias.
- Porque presenta en sus inicios a algunas actrices (Toni Colette y Rachel Griffiths), que después han brillado con luz propia en el cine independiente.
- Por su colorido, su ritmo vertiginoso y su banda sonora con un homenaje al universo de Abba, y algunos guiños a algún otro grupo (como Goldie), para quienes les guste esa mirada retro a los años 70 y 80.
- Porque, tras su apariencia de comedia juvenil, es en realidad una película adulta sobre la soledad y la fragilidad. Y su falta de pretensiones es su mejor baza.
Sinopsis
Muriel Heslow es una chica acomplejada. Criticada por su padre, en una familia disfuncional. Rechazada por sus 'amigas', que la consideran un patito feo. Se evade de la realidad refugiándose en las canciones de Abba y sueña con una boda que demuestre que al fin ha conseguido triunfar. Cuando todo parece desmoronarse en su vida decide hacer reales sus sueños. Aunque tenga que mentir para ello.
¿Por qué ver "La boda de Muriel"?
Para pensar
1. Los personajes evolucionan en la película. Fíjate en dos evoluciones muy interesantes: la propia Muriel, que pasa de vivir acomplejada, a refugiarse en un mundo de mentiras, para finalmente pelear por recuperar su verdad. Su evolución está asociada a los cambios de nombre. O fíjate en su padre, que es un hombre ciego a la realidad de su entorno y su familia. Anula a su mujer y a sus hijos, y sólo al final empezará a abrir los ojos a lo que tiene. La evasión es uno de los temas recurrentes en la película. Muriel se evade de la realidad a través de la ficción (que encuentra en las letras de las canciones de Abba y en los sueños de una boda de princesa). Es una dinámica muy humana, pero destructiva, ya que construyes sobre humo.
2. La escena de ‘la boda’ ofrece un profundo contraste entre apariencias y realidad. Fíjate en los personajes que verdaderamente quieren a Muriel (y sin embargo son ignorados y apartados: su amiga, su antiguo novio, su madre), mientras que ella persigue desesperadamente gustar a quienes en realidad no la valoran (amigas, prensa, marido…)
3. Varios de los diálogos de Muriel con su marido reflejan la verdadera lucha que tiene lugar en el interior de Muriel: “Siempre he querido ganar” “Yo también” // “No te quiero” “Yo tampoco” “Podría acostumbrarme a ti” “Tengo que dejar de mentir”.
4. La boda de Muriel y el funeral del final de la película son dos momentos de profundo contraste. En ambos hay ficción en lo que se dice y se expresa, mientras que la realidad va por otro lado. Sin embargo, mientras en la boda Muriel juega a la mentira, en el funeral se da cuenta de que no puede seguir fingiendo.
5. Los hermanos de Muriel darían para una interesante reflexión sobre las expectativas, la motivación y los logros. Cuando toda la vida oyes que eres un inútil terminas siéndolo, parece ser la lección que extraemos de su manera de ser. A la inversa, si se te motiva, se te estimula y alienta, tal vez haya caminos para algo diferente.
6. «No puedes decirme eso, ¡soy guapa!». ¿Qué te parece esa frase y la lógica que subyace a ella?