Sinopsis
En una vieja casa del País Vasco, se juntan Borja Sémper y Eduardo Madina. A través de un diálogo profundo, sereno y, por momentos, emotivo, relatan su juventud durante los años del plomo, y cómo estaban considerados impuros por no someterse a la dictadura del terror de ETA.
Vuelve a una de las épocas más dramáticas de la historia reciente de España. Se trata, pues, de un ejercicio de verdad, y por tanto un requisito para la reconciliación.
A su vez, es una historia despojada de odio y resquemor y abierta a la esperanza, capaz de mirar al futuro más allá del pesimismo y la incertidumbre.
Porque es capaz de sentar a dos políticos que son amigos. En un tiempo de polarización y controversia, es un testimonio valioso.
Y, sobre todo, porque posee grandes diálogos y una música y fotografía excelentes.
Para pensar
En un tiempo donde los personajes políticos no son atrayentes, el documental muestra la historia de dos jóvenes que se jugaron la vida por defender la libertar y la democracia en medio de la barbarie terrorista. ¿Hay ejemplos similares hoy en día? ¿Qué podemos hacer para recuperar la calidad de la clase política en Europa?
Tanto Borja como Eduardo se sintieron impuros por pensar diferente, en un tiempo y en un lugar donde se imponía una sola mirada de la sociedad. ¿Existen esas tendencias hoy en día? ¿Cómo se puede luchar contra los totalitarismos?
A lo largo del documental se habla de dignidad y de cómo las ideas no se pueden anteponer a las personas. Y por supuesto de cómo la violencia no puede ser una posibilidad en ninguna democracia. ¿Qué puede llevar a una sociedad a sufrir el terrorismo? ¿Cómo crear un pensamiento sólido y una sociedad madura capaz de repeler esta lacra?