- Un remake del clásico de 1957 con la esencia del género wéstern y con la acción propia del cine de este siglo. Con ritmo, suspense y mucho mensaje. Logra enganchar desde el principio y mantener la tensión hasta el final.
- Porque la historia, a priori previsible, no deja de sorprender y consigue encontrar sentido a las historias que ocurren durante toda la película.
- Por la actuación de estos dos grandes actores. Lejos de quitarse protagonismo, el guion, muy bien elaborado, permite jugar con dos personajes de forma extraordinaria, encajando así en un género que para muchos resulta desfasado.
- Por la banda sonora original (Oscar para Marco Belatri en 2007), capaz de transportar al espectador al desierto de Arizona. Por otro lado la película muestra la importancia del sonido en una película (nominación Mejor Sonido, 2007), integrando cada detalle dándole mucho más ritmo a la película.
