Para pensar
1. Como su nombre indica, esta serie es una zambullida en la complejidad de la adolescencia en esta era digital. Sin pretender agotar los temas, el guion va dejando caer como bombas cuestiones que requieren que, como sociedad, pensemos un poco en lo que estamos haciendo.
2.Para empezar, la cuestión de las redes sociales y su influencia nefasta en la psique de jóvenes inseguros. La presión por gustar, el acceso a contenidos tóxicos, el ciber-acoso… todo ello aparece.
3.La cuestión de la educación es muy importante. El capítulo 2 invita a reflexionar sobre la autoridad en las aulas, el rol de los educadores, los límites y problemas de la educación hoy, y la influencia de los contextos en que se mueven los jóvenes.
4. La serie apunta también a la relación entre géneros en la adolescencia, y en concreto a la manera de comprender la masculinidad hoy.
5. Es también muy importante la reflexión sobre la familia. En concreto, el capítulo 4 es una reflexión sobre la paternidad y maternidad y sus retos en este mundo, ante una pregunta devastadora que se hacen los padres de Jamie: ¿Pudimos hacerlo mejor?
6. El salto generacional y la incomunicación se ven también reflejados en varios momentos. No solo en la familia Miller. También en la escuela vemos adolescentes hablando de sus padres como seres extraños, incapaces de comprenderlos.
7. El contexto se vuelve otro protagonista. La presión del entorno. El juicio implacable de los vecinos. La indiferencia cruel de los opinadores. La nula empatía ante el dolor de los otros…
8. Un último punto, al menos para los creyentes. Un dato hace pensar. En la serie aparecen muchas perspectivas y presencias: policía, médicos, psicólogos, educadores, padres, los jueces (aunque no aparezcan actúan y se entienden). Creo que no hay ni una sola mención a la fe. Es el reflejo de un mundo que quizás ha perdido la trascendencia, y con ella un importante donante de sentido y valor.