- Porque es una película magistral, cuidada al detalle. Es difícil señalar un apartado en el que no haya excelencia técnica: la fotografía, la música, la dirección artística, las interpretaciones… Sus diez nominaciones a los óscar (película, director, guion original, dirección artística, efectos visuales, fotografía, banda sonora, maquillaje, sonido y edición de sonido) son señal de esa calidad
- La dirección de Sam Mendes –con ese falso único plano que dura la película entera– es un prodigio, y lo que, mal hecho, hubiera podido resultar motivo de cansancio, se convierte, en cambio, en una perspectiva única
- Porque la banda sonora de Thomas Newman es épica
- George Mac Kay, que carga sobre sí el peso de la película, transmite vulnerabilidad, determinación, angustia, coraje
- Nunca habíamos visto así las trincheras, las alambradas, las explosiones… El equipo de producción ha logrado que sintamos el barro, la tierra, la oscuridad, la pesadilla de los incendios o el ser arrastrados por la corriente de un río
