En búsqueda de Dios

Mi corazón joven busca sentido para mi vida;

mi corazón joven te busca a Ti, Dios mío,

y tiene sed y tiene hambre y tiene ganas de ti, 

como la cierva que busca el agua;

o el niño hambriento, el pan.

 

¡Cómo lo siento, Señor!:

mi corazón tiene sed de ti;

mi corazón busca en ti a Alguien que llene su existencia.

Te busca con pasión y con fuerza,

Oh Dios vivo, Dios de la vida,

y me pregunto a cada paso.

¿Cuándo veré tu rostro, tu faz, Oh Dios?

 

En mi camino muchas veces no te he buscado

y me he perdido.

Mi pecado, mi desorden,

mi egoísmo y mi orgullo cegaron las búsqueda.

Mis limitaciones se convirtieron en lágrimas

que mojaron mi pan, 

 y al comerlo me preguntaba de nuevo:

¿Dónde está tu Dios?

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