Al inicio del Adviento

Por un Adviento que sea 
más que un calendario,
un pasar de domingos
y encender velas.

Por un Adviento de mirada
renovada, sobre mí,
sobre ti, sobre el mundo
y sobre Dios.

Por un Adviento de mirar,
de mirar mucho.
De mirar donde nadie mira
o donde nunca mirabas.

Porque la mirada mata o salva,
desprecia o reconcilia,
tensa o suaviza,
juzga o perdona.

Te puede interesar