Se trata de una escultura de gran tamaño realizada por el artista Joao Sarmento sj para el Colegio San Juan de Brito de Lisboa, con motivo de la visita del Papa Francisco. Representa al patrón del colegio, y, en palabras del autor, lo hace a través de aquello que configuró su vida: la Cruz. Sin embargo, no se trata de un leño grande y pesado, ya que Joao pretende mostrar al hombre de hoy la invitación de Cristo a cargar su cruz que es ligera y su yugo que es suave. El santo, se representa con los ojos puestos en el horizonte, como fue su vida, y dispuesto a abandonar los muros del colegio. De hecho, el Papa Francisco al verla afirmó que estaba claro que se trataba de la imagen de un jesuita en salida. Detrás de la imagen, el escultor situó una especie de poyo conformado por piedras sin terminar de trabajar. No se trata de una casualidad, puesto que esto es lo que ven los alumnos del interior del colegio. Alude pues a un mensaje de esperanza y responsabilidad hacia un futuro que tiene que construirse día a día en las aulas, para poder así un día salir hacia las fronteras a las que Dios quiera enviarles.