A veces pensamos que no tenemos remedio o que no merecemos volver a presentarnos delante de las personas a las que hemos hecho daño, o delante de Dios que nos ha dado tanto y a cuyo amor no hemos correspondido. Sin embargo, como nos recuerda esta canción de Cristóbal Fones, siempre hay una oportunidad de levantarnos y volver a la casa de nuestro Padre, porque Dios siempre es el motivo de nuestra esperanza.
Levanto mis ojos y descubro
tu inmenso mar de amor y me pregunto
si hay un lugar en él para dejar
de nuevo un corazón cansado de tanto andar.
Y tú me dices: «Ven, amigo mío,
es tiempo de que vuelvas al hogar.
No he dejado de pensar en tu vacío
y ahora quiero que te llenes de mi paz».
Vuelve, vuelve a casa,
levántate, tú eres mi esperanza. Vuelve, vuelve a casa,
no dudes más; quiero verte regresar.
Entonces mi vergüenza me condena
y me queda pensar que te he perdido.
No puedo entender que no me lleves la cuenta
de tanta historia como escrita sin sentido.
En cambio tú me pides que me olvide
de tanto abismo y de silencio herido.
Recuperemos el tiempo perdido.
Vuelve a tu casa, ven a llorar conmigo.
Cristóbal Fones, sj
Juan Antonio Pachecho (Levántate)