No me rendiré. Me lo repito cada mañana. A veces lo digo con la certeza de quien se siente con energía. Otras, me repito esta frase como un mantra, cuando la cosa anda revuelta. Y es que es fácil bajar los brazos cuando lo que pasa a mi alrededor «no me afecta», o cuando andamos cansados y ya damos por hecho que «así son las cosas». Ojalá, libres de prejuicios, seamos capaces de gritarle al mundo… ¡NO ME RENDIRÉ!

NO ME RENDIRÉ ANTE LA INJUSTICIA
NO ME RENDIRÉ ANTE LA MENTIRA
NO ME RENDIRÉ ANTE LA DESIDIA QUE TE ATRAPA SIN QUERER NO ME RENDIRÉ PORQUE HAY ESPERANZA
NO ME RENDIRÉ PORQUE EL AMOR NO SE ME PASA
NO ME RENDIRÉ PORQUE ESTA VOZ ME ABRASA
Y AÚN TENGO COSAS QUE DECIR

Aunque crucen el desierto con promesas y deseos
y cerremos las fronteras por el miedo que nos ciega.
Aunque amemos diferente y se nos juzgue libremente…
que cada familia crezca con su luz y su belleza.
Aunque muchos pisen siempre a los que piensan diferente por el miedo a perderse entre colores divergentes.
Mientras muchos griten fuerte y se jueguen su futuro
por librar esa batalla de lograr un mundo justo… no me rendiré

NO ME RENDIRÉ…

Aunque a veces ella sienta que todo su mundo acaba
porque hay algunos hombres que amedrentan su mirada, que no somos tan iguales ni yo abrazo esa bandera
porque un hombre ya no es hombre si no ve a su compañera. Mientras otros sean valientes y denuncien, aunque duela,
la vergüenza de sentir que le robaron su inocencia
y la intimidad perdieron con quien debía protegerlos
y cuidar lo más preciado y, si no, nunca esconderlo.
Y aunque ya perdí la fe en nuestra clase dirigente
que olvidó que gobernar es un servicio a nuestra gente, mientras haya quien recuerde que este mundo se nos muere y que es mi deber cuidar lo que en herencia todos tienen…

NO ME RENDIRÉ…

Seguiré siendo molesto, seguiré cantando al resto, porque así es como llamamos a quien se sale del tiesto. Seguiré gritando al mundo, seguiré fiel a tu rumbo, seguiré sin darle tregua a la mentira ni un segundo. Seguiré sin condenarte, y que no deje de mirarte, porque eres el motivo para no dejar de amarte…

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