Más que una canción es una obviedad. Esto lo piensan los ancianos que han tenido una vida larga, pero también todo aquel que carga con su cruz. Y la vida, por mucho que nos vendan lo contrario, es costosa. Y aunque merece la pena -cada vida- no es fácil, y cuanto antes nos demos cuenta, más podremos ver todo lo bueno que hay en ella, sin maquillajes ni máscaras.
Ojalá, como el autor de esta canción nos demos cuenta de que la vida cuesta, pero sobre todo, que merece la pena.
La vida cuesta
Cuesta comprender que nos pasamos media vida
Persiguiendo cosas que nos hacen daño
Cuesta demasiado darse cuenta
Y lo que más cuesta después es deshacer el desengaño
Cuesta entender que la persona que te hiere sea la misma
A la que estás necesitando
Cuesta, la vida cuesta
Cuesta confiar en el amor, volver aquel fotomatón
Saber que no me estás buscando
Cuesta comprender que hay ciertos trenes
Ciertas pieles, ciertas bocas que no acaban regresando
Cuesta no escuchar al corazón
Cuando el pasado aparece arrepentido por tu barrio
Cuesta, la vida cuesta
Cuesta comprender que nos pasamos media vida
Persiguiendo cosas que nos hacen daño
Y que perdonar a quien te daña
Es la única terapia que te acabará curando
Cuesta entender nuestro pasado
Fuimos el amor correcto en el momento equivocado
Cuesta, la vida cuesta
Cuesta confiar en el amor, volver aquel fotomatón
Saber que no me estás buscando
Cuesta comprender que hay ciertos trenes
Ciertas pieles, ciertas bocas que no acaban regresando
Cuesta no escuchar al corazón
Cuando el pasado aparece arrepentido por tu barrio
Cuesta, la vida cuesta, oh
Cuesta confiar en el amor, volver aquel fotomatón
Saber que no me estás buscando
Cuesta comprender que hay ciertos trenes
Ciertas pieles, ciertas bocas que no acaban regresando
Cuesta no escuchar al corazón
Cuando el pasado aparece arrepentido por tu barrio
Cuesta, la vida cuesta
Cuesta, la vida cuesta
Marwan